3 de junio de 2012

Anoche soñé contigo.


Anoche soñé contigo, soñé con lo mucho que me había dolido perderte, fue tan rápido y tan simple que en algunos momentos pensé que solo era un sueño dentro de otro, en realidad no lo podría explicar en este momento , pero aun así aunque te hubiera dejado ir no te había perdido y seguías siendo tan especial para mí como siempre lo has sido, a veces pienso que no haber tomado tu mano fue el peor error que pude hacer, no por que estuviera mal en sí, sino porque no me permitió el vivir cosas que pudieron haber sido tan buenas.

Pelear por ti, es tan difícil pelear por alguien, pero aun así lo haría aunque supiera que pudiera perder la pelea, no por aquella frase de “es peor no intentarlo” sino porque por ti yo podría hacer tantas cosas que a veces creo que tu ni siquiera las esperarías de mi.

No quiero hacer de esto un texto de sufrimiento en el que la gente se quiera ubicar para sentir que de verdad son alguien para mi, varias veces lo he hecho y no es muy agradable el que los demás te agradezcan por algo que no les pertenece pero que aun así decidieron tomar, como cuando caminas con un regalo y otra persona llega a arrebatártelo sin darte siquiera la oportunidad de explicar que en realidad ellos no son para ti lo que ellos esperan ser, pero aun así lo entregas porque eres una buena persona y no te gustaría humillar a nadie, sin darte cuenta que el único humillado eres tú.

Aun tengo tu listón en mi muñeca, ya no se cuanto tiempo llevo con el, prometí no volverlo a colocarlo una vez que se cayera pero ahí sigue, inerte, esperando algo que también espero, en realidad creo que no es algo que se deba esperar, es algo para lo que debería actuar pero aun así, por miedo o por ignorancia no lo hago, en el sigue todo lo que te prometí un día, y cuando digo todo me refiero a lo que recuerdo y a lo que por el momento he olvidado, alguna vez me dijiste que nunca cumplo mis promesas, y es verdad, hasta el momento no te he dado nada de lo que te he prometido, ni una manzana ni un helado, tal vez ni siquiera te he dado el tiempo que merecieras tener, pero ahí está, en mi muñeca, esperando que tu vengas por él, esperando a que yo me atreva a entregártelo, todo cuanto te debo y todo cuanto pudieras merecer.

Ojala todo fuera tan fácil como pegar las piezas de un corazón que ha sido roto tantas veces y después poderlo entregarlo a alguien más para que lo cuide hasta que ya no lo quiera y lo rompa de nuevo o lo regrese intacto, mi error fue tratar de regalar cada pieza a las personas que pasaban por mi camino aunque no tuvieran la importancia, aunque no lo merecieran, ahora me doy cuenta que no necesito pegamento para unir aquellas piezas de mi vida, ahora me doy cuenta que recuperar esas partes de aquellas personas es casi imposible, porque a nadie se le debería de quitar aquello que le ha sido regalado honestamente.

Tienes una parte de mi, mas grande de lo que tú crees, y no es porque tú no te hayas dado cuenta, es porque yo no te lo he dicho, tú no eres alguien más con una pieza ni eres aquella que se quedo con lo que sobra, a ti te entrego honestamente todo lo que soy, lo que fui y lo que seré, tienes la oportunidad de conservarlo y yo la oportunidad de ocupar un lugar especial en ti, de ser ese atrás de tu puerta, de ser yo en ti.

Podría llegar a ser muy tonto si dijera que todo se ha perdido, es solo que para mí es muy difícil recuperar lo que, ahora dudo, fue mío, y me arrepiento y aunque quisiera culparme, aunque quisiera llamarme tonto por no haberlo hecho no puedo, porque ahora veo cosas que antes no, ahora me doy cuenta de lo que pude haber hecho y que en el propio “pude” esta todo resumido, muchas veces me he puesto a pensar en estar contigo, en caminar frente de ti cuando necesites alguien que te proteja, en caminar junto a ti cuando necesites compañía y en caminar detrás de ti porque yo también necesito ser protegido.

No te pido que me entiendas por que en ocasiones ni siquiera yo puedo explicar mi actitud, ni tampoco te pido que me des una oportunidad porque no sé si la aprovecharía como debiera, y me molesta vivir con el miedo de fallarte de nuevo, me molesta el no saber qué es lo que de verdad quiero de ti, me molesta el no estar contigo y el que tal vez pienses que no eres nada para mi, solo quisiera que esto solo fuera un cuento de terror en nuestra historia, una pesadilla  donde al despertar  me diera cuenta que todo es mentira y que ya no pudiera desear más de ti porque todo lo que pudiera llegar a desear lo tendría.

Nunca pensé sentirme así por no haberme atrevido a morder aquella manzana, si lo hubiera hecho estaría contigo, ahora ni siquiera sigo en el paraíso.



0809081518

Había una vez un elefante.


Había una vez un elefante, un pequeño y gris elefante, si lo veíamos en la distancia con toda su parvada de elefantes no encontraríamos la diferencia, sin prestar atención quizá ni siquiera sabríamos que existió, pero existió y fue diferente.

Pasaron muchos años, de alguna forma pudo soportar su desagrado por tomar de la cola a sus compañeros elefantes, veía como poco a poco los cuernos de ellos crecían y como en algunas ocasiones otros se acostaban, cerraban los ojos y no se volvían a levantar jamás, y el siguió caminando, esperando que entre tanta soledad que solo la comunidad podía ofrecerle, él, algún día, pudiera encontrar un poco de felicidad, pero pasaron más años y nunca fue así, caminó y caminó, en todo el mundo no había ninguna muestra de su existencia más que el mismo y su excremento, el no podía ser feliz y su excremento generaba más felicidad en los escarabajos que su propia existencia satisfacción por vivir.

De pronto, en uno de tantos años, la soltó, en las caminatas matutinas abandono a su parvada, decidió buscar la muerte o la vida, porque nunca creyó que respirar fuera suficiente, tampoco creía necesitarlos y así, paso a paso sus cuatro patas fueron alejándolo de su rutina y acercándolo al sol, mientras su trompa espantaba las malditas moscas que descansaban sobre las grietas de su lomo.

Ellos no supieron nunca nada más de él y en el mundo no quedo más rastro de su existencia que montones de huesos y dos cuernos de marfil cerca de un lago, conforme pasaron los años lo poco que quedaba de él termino en el polvo, siempre me pregunto qué fue de él, si pudo disfrutar un poco su vida, si encontró en la soledad la respuesta a sus dudas, y no me puedo contestar esa pregunta ni todas las que surgieron después de que se fue, ahora solo es un dato curioso y una historia para espantar a los idiotas, pero todos los que sabían de él están muriendo. Después de estar con ellos un momento nos vamos, cada que pasamos por ese mismo lugar los recordamos, pero a él en cualquier lugar lo recuerdo, tal vez un poco de él sea lo que ahora estoy pisando, tal vez debería solo soltar la cuerda y seguir caminando hacia el sol.

(si, era una parvada de elefantes con cuernos)

0902122328