3 de junio de 2012

Había una vez un elefante.


Había una vez un elefante, un pequeño y gris elefante, si lo veíamos en la distancia con toda su parvada de elefantes no encontraríamos la diferencia, sin prestar atención quizá ni siquiera sabríamos que existió, pero existió y fue diferente.

Pasaron muchos años, de alguna forma pudo soportar su desagrado por tomar de la cola a sus compañeros elefantes, veía como poco a poco los cuernos de ellos crecían y como en algunas ocasiones otros se acostaban, cerraban los ojos y no se volvían a levantar jamás, y el siguió caminando, esperando que entre tanta soledad que solo la comunidad podía ofrecerle, él, algún día, pudiera encontrar un poco de felicidad, pero pasaron más años y nunca fue así, caminó y caminó, en todo el mundo no había ninguna muestra de su existencia más que el mismo y su excremento, el no podía ser feliz y su excremento generaba más felicidad en los escarabajos que su propia existencia satisfacción por vivir.

De pronto, en uno de tantos años, la soltó, en las caminatas matutinas abandono a su parvada, decidió buscar la muerte o la vida, porque nunca creyó que respirar fuera suficiente, tampoco creía necesitarlos y así, paso a paso sus cuatro patas fueron alejándolo de su rutina y acercándolo al sol, mientras su trompa espantaba las malditas moscas que descansaban sobre las grietas de su lomo.

Ellos no supieron nunca nada más de él y en el mundo no quedo más rastro de su existencia que montones de huesos y dos cuernos de marfil cerca de un lago, conforme pasaron los años lo poco que quedaba de él termino en el polvo, siempre me pregunto qué fue de él, si pudo disfrutar un poco su vida, si encontró en la soledad la respuesta a sus dudas, y no me puedo contestar esa pregunta ni todas las que surgieron después de que se fue, ahora solo es un dato curioso y una historia para espantar a los idiotas, pero todos los que sabían de él están muriendo. Después de estar con ellos un momento nos vamos, cada que pasamos por ese mismo lugar los recordamos, pero a él en cualquier lugar lo recuerdo, tal vez un poco de él sea lo que ahora estoy pisando, tal vez debería solo soltar la cuerda y seguir caminando hacia el sol.

(si, era una parvada de elefantes con cuernos)

0902122328

No hay comentarios.: